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Viacrucis

  • Alfredo "Freddy" Reyes
  • 29 mar 2018
  • 2 Min. de lectura

Cuando usted amable lector lea estas líneas estaremos en pleno viernes de dolores lo que para los católicos vacacionantes es una fecha de suma importancia.

No por el significado que tiene para la celebración del calvario, tortura y ejecución de Jesús de Nazareth a manos de las autoridades Romanas que hoy por hoy son dueñas de la exclusividad de la marca que ellos mismos generaron hace apenas dos mil y pico de años, sino por que es la temporada de irse con la pipiolada a llenar los balnearios cercanos al lugar de residencia de cada quien, no hacerlo en esta temporada no tendría perdón de Dios.

Pero también ese mismo día y de acuerdo a los tiempos electorales en nuestro amado país dan inicio formalmente las campañas electorales que disfrazadas de pre, inter y otras linduras nos venimos chutando en algunos casos desde hace doce años .

Si señoras y señores, niñas y niños, caballeros y damitas, chicles y gomitas, la gran campaña por todos esperada dará inicio justo en viernes de dolores, cual si fuera el cumplimiento de una esperada profecía, seremos testigos de todo tipo de piquetes de ojos, patadas, zapes manchados y lenguas de fuera de parte de todos los candidotes que tan dignamente representan los intereses de este pueblo futbolero, pachanguero y pagador.

Según la Iglesia, todo sufrimiento es una prueba que nos mandan desde algún lugar que ni Stephen Hawkins pudo ver ni calcular, después de sufrir seremos recompensados con unas clases de “aprenda a tocar el arpa en una lección” y un banquito en forma de nube que nomás de verlo nos dará la eterna felicidad.

Pues algo similar pasará después de las dichosas campañas que como Anthrax nos entrará por los sentidos y nos hará puré el cerebro. Después de ello seremos recompensados con la gloria más gloriosa al tener en el gobierno de todos los niveles a los hombres y mujeres más capaces, honestos y comprometidos con las causas justas de esta nación. (Ja-ja-ja)

Así que si usted amable lectora/lector querido sobrevive a las ráfagas de spots y babosadas por venir no sea gacho e invítele una cerveza a su mejor amiga o amigo sobreviviente y así juntos y felices esperemos la gloria de vernos y vivir en un país en donde a partir de que se conozcan los resultados ya no exista tanta desigualdad, miseria, corrupción e inseguridad.

Viviremos en la suave matria y nuestras diferencias desaparecerán, nuestros prados serán eternamente verdes y el sol brillará de nuevo sobre nuestros pozos petroleros (si es que aún queda alguno nuestro)

Pasado este breve acto de reflexión es necesario entender que en el símil de un auto desvencijado, con las llantas lisas, al que no le funciona ni el radio, sólo existe un volante y no veo en el horizonte un buen conductor, pero sí a los cuates borrachos que se pelean por ver quien se va adelante de copiloto y ninguno de ellos trae gps ni sabe para dónde vamos.

¿Quien será el conductor designado? ¿habrá alcoholímetro en ésta ruta? ¿En donde se esconde el Judas de ésta representación?

Se me olvidaba un pequeño detalle: el crucificado a espotazos esta vez será…usted.

 
 
 

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