Este no es un manual de ciclismo

Con este título da comienzo el texto abridor de una emocionante antología de reciente aparición, "En el reino del manubrio", conjunto de cuentos, poemas, fotografías, ensayos, dibujos y reflexiones acerca de la bicicleta, a 200 años de su invento como el mejor y más divertido medio de transporte para la humanidad.

La edición cartonera corrió a cargo de Textual Editorial, mientras que la selección de obras estuvo bajo la óptica de José Fons y TeMok. Es preciso anotar la calidad de pionera que reviste a la obra, pues la memoria no recoge otro libro de iguales características, dedicado exclusivamente al fenómeno del ciclismo y a la querida virula, con sus implicaciones culturales, lúdicas, tecnológicas y vitales.

Regresemos al texto comentado antes:

"Bienvenidos todos, damas y caballeros del reino bicicleta; y no intente pasar por alto la grandiosa maravilla del invento de transporte terreste jamás realizado por el genio de la necesidad humana. La bicicleta no es sólo juego de niños, de artistas y atletas olímpicos, tampoco de los trabajadores de los oficios tradicionales o de gente normal que puede opinar del tema porque almacena sus ruedas y paga por el costo de sus convicciones.

Porque el reino del manubrio nos gobierna por igual cuando se trata de transporte y divertimento social invitamos a participar de una rodada textual, en un gesto de cooperar. La máquina de sueños voladores siempre es tema de letras, provocados por el gusto no pudimos dejar pasar la oportunidad. Entonces sometidos a las viejas buenas intensiones de llevar a cabo lo que uno canta con el ronco pecho iniciamos la convocatoria a fines del año pasado y logró una respuesta. Nos dimos chance de proyectar un libro en un consejo editorial a manera de establecernos dentro del velódromo de la moda ciclista que ya cumple 200 años..."

29 autores de igual número de textos, y cuatro ilustradores y fotógrafos conforman el nutrido volumen en el cual tuve el honor de participar con mi cuento "La Tour del barrio", leído durante la presentación oficial el pasado 21 de abril en Clandestina, Espacio Cultural.

En él narro los recuerdos de un padre de familia cuando su hijo le exige comprarle una bicicleta en vista de que aprobó el grado escolar y obtuvo buenas calificaciones. Don Arnoldo, que así se llama el mencionado papá, evoca su propia historia muchos años atrás, cuando siendo todavía chiquillo participa en una competencia de carreras para determinar al campeón ciclista de la cuadra. Muchas cosas ocurren durante el trayecto montado en su Windsor Vagabundo, y así la memoria desgrana las florituras de la nostalgia que esta vez circulan en dos ruedas y sin frenos de cable:

"El arranque fue muy parejo. Las tres bicicletas alternaban el primer lugar palmo a palmo. Los cuerpos iban sostenidos casi en vertical, solamente alterados por el fuerte pedaleo y las miradas de soslayo buscando la ubicación del más cercano oponente. Un consejo llegó a tu cabeza cuando giraron en la primera esquina del recorrido, el comienzo de la calle 7 y el almacén en donde compraban y vendían fierros viejos: Reserva el poder de la máquina para la recta final, no vayas a cansarte demasiado pronto, déjalos que ellos se desgasten y remátalos cuando la meta esté cerca. Las palabras de Óscar, el hijo mayor del casero, el único de la cuadra que poseía una Kawasaki auténtica, adquirieron validez cuando el Moco bajó ostensiblemente de velocidad a la altura de la peluquería Nuevo México.

Más tarde diría que sintió una llanta baja pero la verdad es que la Borrega lo superó facilmente, y hasta se daba tiempo de manejar por momentos con las manos arriba y lanzar besitos a las muchachas coquetas que desde la banqueta echaban porras...."

"En el reino del manubrio" puede conseguirse directamente con su editor José Fons: https://www.facebook.com/Textosteronas, y también en la página que Textual Editorial tiene en Facebook: https://www.facebook.com/TextualEditorial/. Porque sabemos que la bicicleta tiene alas, llegó por fin esta obra.

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